Los programas con una perspectiva de salud mental integran los principios de salud mental en todas las áreas de educación, salud, discapacidad, nutrición y servicios familiares, al tiempo que crean un entorno organizacional que apoya, valora y promueve el bienestar del personal. En lugar de asignar la responsabilidad de los servicios de salud mental y el bienestar del personal únicamente al consultor de salud mental o el supervisor de salud mental o discapacidades, los programas con una perspectiva de salud mental distribuyen la responsabilidad de implementar la visión de todo el programa para los servicios de salud mental entre el personal, los administradores y los consultores de salud mental.
En consecuencia, las familias, el personal y los administradores trabajan juntos con una visión común y compartida de los servicios de salud mental que fomenta el desarrollo social y emocional de los niños y sus familias y el bienestar del personal del programa. Finalmente, una perspectiva de salud mental valora la promoción de una salud mental positiva para todos los niños, familias y personal; servicios de prevención para niños y familias que corren el riesgo de sufrir problemas de salud mental; e intervención para niños y familias de niños que sufren problemas de salud mental.
